Simplemente quiero que sepas que para mí (que soy especial, diferente de los demás, inusual) es difícil que me acuerde de los profesores, pues a los de primaria si los veo no los reconozco, pero algo hizo que de ti no me olvidase, existe algo que me quedó guardado dentro y que no sé explicar.

A día de hoy, las poquitas veces que voy a recoger a Lauri, me embriago de un olor familiar, de rincones que conozco al milímetro, de recuerdos de un aula que reconocería en cualquier situación, por muy extrema que sea.

No toda la personalidad de un niño se crea en casa, y tú en nosotros depositaste mucho contenido, pequeñas gotitas que a la mayoría de nosotros ahora, que somos unos niños un poquito más grandes, nos llenan de inquietud, de ganas de saber, de estudiar, de ser alguien importante, de destacar entre los que de verdad te quieren.

Te mereces más que una entrada, y me siento molesta por no haber podido ir a la comida que se hizo, pero para la próxima reunión, haré lo que sea por ir.

Ahora sí que me despido con un clásico, pero en mi caso sentido:

Gracias Marisa :)

Una pequeña duende del 98.

2 comentarios:

  1. Keli, estás genial en la foto. Sigue escribiendo y poniéndo nuevas cosas en tu blog.Gracias por tu recuerdo cariñoso y entrañable. Para mi veros "crecidos" me ha engordado el orgullo. Eres genial , mi pequeña duende del 98.
    Tu sita

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  2. Pudo suceder así: opalazon.blogspot.com

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